A principios de abril, el ayuntamiento de Badajoz y el de Cáceres, la catedral de Plasencia, la sede de la Junta de Extremadura en Mérida o el castillo de Trujillo, entre otros, se sumaron a un apagón que protestaba por otro, el de la central nuclear de Almaraz. Antes, representantes de la plataforma ‘Sí a Almaraz, sí al futuro’ estuvieron en Bruselas para reunirse con políticos comunitarios a los que expusieron su situación. Y antes, vecinos y alcaldes de la zona se manifestaron para pedir que se retrase el cierre. Almaraz ha encarnado, en cierto modo, el fin de la energía nuclear en España. Pero, en realidad, en este proceso se asemeja más a la línea de salida que la de meta. Tras Almaraz vendrán las otras Almaraz.
Almaraz I
Inicio de operación
1 de sep. de 1983
Cierre previsto
Nov. de 2027
Potencia instalada
1.049,43 MW
Producción anual
1.474.321 MWh
Almaraz II
Inicio de operación
1 de jul. de 1984
Cierre previsto
Oct. de 2028
Potencia instalada
1.044,45 MW
Producción anual
1.435.343 MWh
«Hay que recordar que esto es un problema de España», apunta Fernando Sánchez, presidente de ‘Sí a Almaraz, Sí al futuro’ y alcalde de Belvís de Monroy. «Este problema cruza la frontera de nuestra comunidad porque hoy es Extremadura, pero mañana es Cataluña», ilustra. Y cree que en su caso hay que tener en cuenta que «Extremadura lleva sintiendo una discriminación enorme como comunidad durante toda su vida».
Hay un aspecto que sí diferencia a Almaraz del resto de centrales: la inminencia de su cierre. Su primer reactor finalizará su operación en noviembre de 2027, mientras que el segundo lo hará en octubre de 2028. Esto supone que cada vez esté más cerca un punto de no retorno en el que la compra de combustible, la formación de trabajadores y la propia naturaleza de su operación hagan que ya no sea posible revertir la parada incluso aunque se prolongue su vida útil. Así, el resto de municipios nucleares tienen la vista puesta en Extremadura, ya que lo que ocurra ahí, en principio, será lo que llegará a su territorio. Pero entre medias pueden cambiar las cosas.