Volodímir Zelenski ha confirmado que Ucrania enviará el lunes a Estambul a una delegación para una nueva ronda de conversaciones directas con Rusia, que estará encabezada por su ministro de Defensa, Rustem Umerov.
«También he definido nuestras posiciones de cara a la reunión», escribió el presidente ucraniano en redes sociales. Las prioridades de Kiev son obtener «un alto el fuego completo e incondicional», así como el «regreso de los prisioneros» y de los niños ucranianos que Ucrania acusa a Moscú de haber secuestrado.
Por otra parte, los derrumbes de dos puentes en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk, que dejaron siete muertos y decenas de heridos, la pasada noche han desatado un nuevo enfrentamiento entre Moscú y Kiev. El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) los investiga como atentados terroristas, de los que políticos rusos responsabilizan a Ucrania.
Mientras, el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para la Seguridad Nacional y la Defensa de Ucrania, Andrí Kovalenko, apuntó que se trataría de atentados de «falsa bandera» y que «parece que el Kremlin está preparando el terreno para una ruptura de las conversaciones, con un ataque de imagen contra Ucrania en el ámbito mediático internacional».
Además, la Fuerza Aérea Ucraniana ha informado de que Rusia lanzó 472 drones contra Ucrania durante la noche, el mayor ataque desde el comienzo de la guerra hasta el momento, y ha especificado que 382 habían sido derribados o neutralizados.