La guerra entre el Gobierno central y el Ayuntamiento de Madrid a causa de la situación de 500 personas sin hogar que pernoctan en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas se recrudeció durante la jornada del viernes con un grave cruce de acusaciones entre el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, y el presidente de Aena, Maurici Lucena. Este último convocó una rueda de prensa de urgencia en la tarde del viernes y anunció que la empresa pública acudirá a la vía de lo contencioso-administrativo ante lo que considera una «dejación de funciones» del consistorio madrileño. Al mismo tiempo, acusó al primer edil de «mala gestión».
Mientras tanto, la respuesta de Cibeles no se hizo esperar y, minutos después de la conclusión de la rueda de prensa, calificaron de «impresentable» la citada convocatoria y acusaron a Aena de «utilizar políticamente a las personas más vulnerables» y de ejercer un «hostigamiento hacia las personas que viven o pernoctan en el aeropuerto».
En medio del cruce de acusaciones, el camino hacia la vía judicial emprendió sus primeros pasos conforme a la ley de Jurisdicción de lo Contencioso-Administrativo, requisito previo antes de que el asunto acabe en manos de un juez.
«Aena enviará un requerimiento formal al Ayuntamiento de Madrid, como administración pública competente, para que cumpla con sus funciones de atención a este colectivo vulnerable de las personas sin hogar», aseguró el presidente de Aena, Maurici Lucena. De este modo, insistía, Barajas «pide amparo a los poderes públicos para que se cumplan las obligaciones legales del Ayuntamiento de Madrid».
La rueda de prensa de urgencia se convocó después de que, en la mañana del viernes, el regidor madrileño instase al Gobierno de España a «asumir su responsabilidad», a que dejase de «lavarse las manos» y «a abordar ya la solución» para las personas sin hogar.
«Aquí no podrán decir que es un operador privado, como dicen con Red Eléctrica. Aena es público, el Gobierno tiene el control y lo que está pasando allí depende de varios ministerios», aseguró desde la plaza de la Villa en el marco de los actos municipales del Día de Europa.
El presidente de Aena, Maurici Lucena.
Ante las palabras del alcalde, Lucena afirmó: «Como empresa gestora del aeropuerto nos sentimos jurídicamente desamparados», y aprovechó para lanzar un ultimátum a Martínez-Almeida que evitaría que la pelota se trasladase definitivamente a los juzgados y que fuera un juez quien tuviera que pronunciarse sobre quién es el organismo competente para atender la situación de estas personas sin hogar.
«Si el alcalde de Madrid y el Ayuntamiento rectifican y en las próximas horas nos lo hacen saber, como es su obligación legal, Aena seguirá colaborando con ellos como ha hecho hasta ahora», advirtió Lucena.
Lejos de calmar los ánimos o traducirse en un acercamiento de posturas, la vía judicial para la resolución del problema planteada por Aena encontró una respuesta contundente por parte del delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad del Ayuntamiento de Madrid, José Fernández. «Lo que es pura hipocresía es la actuación del presidente de Aena y con él del Gobierno de España, que demuestra la ineficacia reiterada junto al caso del apagón de los trenes».
Asimismo, desde Cibeles insistieron en que «hasta la fecha, ningún ministerio ha ofrecido ninguna solución de tipo social en Barajas». Y afirmaron que «el Gobierno tan solo ha cambiado a estas personas de planta en la terminal para ocultar el problema debajo de la alfombra».
Un intercambio de acusaciones durante el que Cibeles llegó a afirmar que desde Aena (dependiente del Gobierno central) «se está produciendo un hostigamiento hacia las personas que viven o pernoctan en el aeropuerto, con refuerzo en los controles de acceso, prohibición de paso, retirada de bancos y cancelación de enchufes, entre otras medidas».
Un intercambio que marca el enésimo descargo de responsabilidad mutuo entre la Administración municipal y el ente aeroportuario dependiente del Gobierno central. Mientras tanto, centenares de personas sin hogar volverán a dormir esta noche en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas.